[MUSIC] Existe otro grupo que se llama verbos intransitivos, y que solo toman un solo argumento, un solo participante. Piensen en verbos como Trabajar, como Caminar, como Nadar, como Correr, viajar. Son verbos que típicamente los acompaña un sujeto, es el que realiza la acción esa, de caminar, Juan camina. Y entonces you le puedo poner lo que deseamos, el lugar, la hora en que camina, por qué camina, con quién camina. Pero lo obligatorio es poner el sujeto agente, Juan camina. Y you, puedo decir en el parque, o Juan camina por las mañanas. O trabajar también, Juan trabaja, pues, puedo decir cantidad, mucho, o Juan trabaja en la oficina. Lo obligatorio es Juan, el sujeto y agente, a estos se les llama intransitivos. Toman un solo argumento, y es agente. Y el orden es sujeto + verbo a la hora usarlos, a la hora de escribir, de redactar. Pero existe otro grupo, y por eso quise hablar de ellos aquí. Que se llaman verbos inacusativos. También se les conoce como ergativos. Bello los llamaba deponentes, si quieren usar otros nombres. Son verbos que también toman un solo argumento, que es un sujeto, pero que es paciente, que es tema, o paciente. Que no es agente, pues. Y que suele posponerse al verbo, que no se pone antes, y eso hay que tenerlo presente. No sé si ustedes se han preguntado por qué se oye mejor decir, llegaron los invitados. Se murió el perro. Fíjense que son verbos de esta clase. Inacusativos, o ergativos, o deponentes, como quieran ustedes llamar. Estos verbos inacusativos, como murió el perro, llegaron los invitados. Fíjense que el único complemento, digamos, que pide es el paciente y el sujeto. Murió el perro, y perro es el muerto, es paciente, y se pospone. ¿Por qué razón se usa más el sujeto pospuesto? Cuando digo pospuesto, me refiero pospuesto al verbo. ¿Por qué? Se oye mejor porque es paciente, se parece a los objetos, digamos, en el sentido de que recibe la acción del verbo, es el muerto. Llegaron los invitados, igual. Los invitados es el sujeto, pero es paciente porque ellos son los que se mueven, los llegados. Los que se mueven, pues. Es el tema o paciente, digamos. Estos verbos se caracterizan, entonces, porque a la hora de que vamos a escribir un trabajo académico, una carta, un texto. En nuestro trabajo, lo que sea, preferentemente lo escribimos después. Aquí, la regla general de que el español ordena sus constituyentes en sujeto + verbo + objeto, se cambia. Aquí es verbo + sujeto paciente. Hay muchos de estos verbos llamados inacusativos. Piensen el verbo engordar. Engordó la niña, por ejemplo. Crecer, caer, morir, nacer, también, por supuesto. Fíjense que todos sus sujetos, en engordar, pues el engordado es el sujeto. Cambian el orden. Estos son, entonces tenemos transitivos, los primeros. Intransitivos, los que toman un sujeto agente. Inacusativos, los que toman un sujeto paciente. Y, aparte de estos verbos, podemos también distinguir los llamados complementos de régimen. Con estos no tenemos problemas. Solo tomen conciencia de que, estos verbos llamados de régimen se caracterizan porque toman, obligatoriamente, un sujeto. Y un complemento que tiene una preposición. Que no necesariamente tiene valor semántico esa preposición. Si uno dice, el libro consta de tres capítulos, por ejemplo. El verbo es consta. Pero fíjense que siempre le agregamos una de, que no significa pertenencia, que no significa materia. No, consta de es un verbo de régimen, se dice. También se llaman verbos prepositivos. El que toma en esa preposición. Cuando decimos, la gente cree en los políticos, cree en es un verbo de régimen, o verbo preposicional. Prepositivo, como gusten llamarlos. Finalmente, da lo mismo. Hay muchos de estos verbos prepositivos que toman, pues, una preposición. En ocasiones tenemos dos usos. Fíjense que puedo decir Juan parece loco, es un verbo que se llama. Perdón, cuasi-copulativo, que toma un adjetivo. Pero puedo decir, Juan se parece a su padre, por ejemplo. Se parece a, se arrepintió de. El hombre se burló de la policía, por ejemplo. Todos esos se llaman verbos de régimen. Hay algunos que toman una preposición, que es optativa, es decir que no siempre se usan así, como soñar con, contar con, etc. Bueno, negarse a, también, hay muchos. Los invito a que piensen en ellos. También tenemos otros verbos que representan problemitas, que se consideran. Se les suele llamar verbos de afección, o verbos psicológicos. Más que por su significado. Esta clasificación obedece a un comportamiento sintáctico. Me refiero a verbos como gustar, sería el ejemplo prototípico, gustar. Me gusta el cine. El sujeto es el cine. Porque, fíjense que concuerda con me gusta. Porque si digo, me gustan las películas, por ejemplo, hay concordancia. Quiere decir que películas es el sujeto. Aunque, quisiéramos que no fuera [LAUGH], el sujeto es ese. El sujeto es el sintagma nominal que concuerda con el verbo. Entonces, estos verbos se caracterizan, también, porque el sujeto es tema, no es agente, y se pospone. Me gusta el cine, me encantan las nueces, por ejemplo. Me fascinan Las novelas. Y el sujeto es las novelas, por ejemplo. A estos verbos se les llama psicológicos o de afección. ¿Okay? Me obsesionan, me aterran las arañas. Hay varios verbos, también, de estos. Y entonces, provocan un cambio en la sintaxis, y nos obliga a construir en otro orden. Es un objeto indirecto, digamos, me, o a Juan, lo puedo poner en pleno, a María, quien sea. Le gustan las novelas. El sujeto es las novelas, a Juan es el objeto indirecto. También puede ser directo, por cierto. Entonces, bueno. Serían las clases principales que me gustaría mencionar aquí, ahorita. [MUSIC]