La voz pasiva refleja se caracteriza porque tiene un "se", que no es pronombre, no es referencial; indica nada más la construcción pasiva refleja, y que tiene un sujeto preferentemente pospuesto al verbo y que ese sujeto es paciente. "Se venden periódicos viejos", "se arreglan computadoras". Se fijan, "computadoras" es el sujeto porque concuerda. "Se arreglan computadoras". Es la forma más común de pasiva. Y también se caracteriza la refleja porque no permite la presencia del agente. Hay un agente, pero no está presente. No se explicita, quiero decir. Si digo "Se venden naranjas", se oye muy mal. Nadie dice, no es buen español decir "Se venden naranjas por Juan". No se dice el agente. El agente no se expresa, se silencia. Solo se expresa el sujeto y es paciente. Esa es la voz media. Tiene otro formato, que es que el sujeto se puede anteponer, cuando decimos, por ejemplo, "Esos problemas se resuelven platicando, hablando, discutiendo". "Esos problemas se resuelven", eso es lo que nos interesa, el uso de la forma "se". Fíjense que "esos problemas" es sujeto, pero es paciente, aunque aquí está en posición inicial. A esta construcción que exige incluso la presencia de un adverbio de tipo modal o de algún tipo, instrumental, modal, pero un adverbio o frase equivalente se le llama "voz media", pero se puede englobar en la voz pasiva refleja con "se". Se construyen con "se". Consideren una oración activa, como, por ejemplo, "El ingeniero construyó un puente". Estamos acostumbrados a formar la voz pasiva, agarrando el puente, poniéndolo como sujeto y decir: "El puente fue construido por el ingeniero". Lo que estoy tratando de decir es que eso se usa menos y que optamos los hablantes actualmente por usar la pasiva refleja y decimos "Se construyó el puente". No uso perífrasis, es "se", el verbo en el tiempo que corresponda y luego el sujeto paciente, "Se construyó el puente". Esa es la construcción más frecuente en español contemporáneo y muchos hablantes no la saben distinguir. Fíjense que la lectura, lo que está encerrando esa frase, es que el puente fue construido, como pasiva. "Las naranjas son vendidas", se venden naranjas, por ejemplo. "Se arreglan lavadoras", las lavadoras son arregladas. Y el agente no importa, se vuelve irrelevante, no se menciona. La gramática prohíbe que se explicite el agente, aunque está callado, está elidido, pero implícito en la interpretación. Sabemos que hay un agente que vende el departamento, arregla la lavadora o la computadora o lo que sea, en las oraciones que he citado en este momento. Ese es un uso, probablemente, no he sacado estadísticas, pero me atrevería a decir que es uno de los más frecuentes, que podríamos sacar estadísticas. Cuando comenzamos un trabajo, por ejemplo, trabajo académico, decimos: "En este trabajo se analizarán los problemas", "se analizarán los problemas", pasiva refleja; "se", verbo, sujeto paciente; "los problemas" es sujeto, pero es paciente. Por eso se me hace relevante que lo distingamos, por ejemplo, de otros usos de la forma "se", como puede ser la construcción de oraciones impersonales que presentan dificultades. Todo el mundo sabe que las oraciones impersonales, las más famosas, las más citadas, son los verbos que aluden a fenómenos atmosféricos como "llovió", "relampaguea", y que no hay un sujeto que tenga referente, no hay sujeto allí, el sujeto no está presente. Claro que podemos construir metáforas y decir, con sujeto, "llovieron insultos", "llovieron piedras". Pero en el uso de verbo atmosférico o meteorológico, no hay un referente sujeto ahí. Son oraciones impersonales, no hay un sujeto identificable ahí. Esas no tienen problema. Yo a las que me refiero son las oraciones impersonales que se construyen con la forma "se". Veámoslas. Fíjense que tenemos dos usos de estas impersonales. La primera no representa tanta dificultad. Cuando decimos, por ejemplo, "En México se vive bien". "Se vive bien", ¿cuál es el sujeto?, ¿quién se vive? No hay. Aunque sabemos que alguien vive. O "En Oaxaca se come bien". "Se come bien", no hay sujeto, es impersonal. Aunque sabemos que alguien come, y lo hace bien en estos lugares. Estos usos también emplean la forma "se". Son oraciones impersonales. El grupo que representa a veces titubeos en su uso es cuando decimos, por ejemplo, "Se invitó a los periodistas". ¿No han oído ustedes que la gente dice "Se invitaron a los periodistas"? Está mal formada esa oración desde el punto de vista sintáctico, porque "se invitaron a los periodistas". Ese "a los periodistas" tiene una marca de objeto directo. Entonces, se está haciendo concordar el objeto directo con el verbo. "Se invitaron a los periodistas", eso no. En español, el verbo concuerda con el sujeto. ¿Cómo se debe decir entonces? "Se invitó a los periodistas". Así, "a los periodistas" es objeto directo, y el verbo está en singular, "Se invitó". ¿Y cuál es el sujeto? No está. Está elidido, es impersonal. "Se invitó a los periodistas", "Se corrigió a los alumnos". Esa es la forma que debe usarse. "Se incluyó a los reprobados". Yo les recomendaría que piensen en estas oraciones y que busquen el buen uso. Escuchen los siguientes. Fíjense cómo se debe usar la forma "se", el objeto directo con la "a" se mantiene. Escúchenlos, por favor. "Se amenazó a los consumidores", impersonal. "Se respeta a las personas mayores". "Se interrumpió al entrevistador, o "Se interrumpió a los entrevistadores". Piensen que es impersonal, no hay un sujeto explícito ahí. "Se condecoró a nuestros héroes". No hay que titubear. Nunca pluralicen esas construcciones porque son impersonales con "se". "En el periódico se atacó duramente a los empresarios". "Se atacó a los empresarios". Fíjense, el objeto "a los empresarios" se mantiene con su "a", y el "se" marca impersonal. Por supuesto, hay otros usos de la forma "se". Hay algunos verbos, por ejemplo, que siempre se presentan con el pronombre. "Jactarse", por ejemplo. "Juan se jacta de muy listo". Pero fíjense que nunca se puede decir "Juan jacta", siempre "se jacta". O con el pronombre se llaman verbos pronominales, "Yo me jacto". Cuando llegamos a la tercera persona, "Juan se jacta", aparece el "se", ahí sí es pronombre, y es una especie de marca de concordancia con el sujeto, simplemente. "Arrepentirse" es igual. "Juan se arrepintió", "Yo me arrepentí". No se puede usar de otra forma, siempre con pronombre. "Nos arrepentimos". Hay otros verbos que pertenecen a una clase que vamos a ver enseguida, la clase de verbos inacusativos como "desmayarse", que también se usa con "se", es verbo pronominal, pero alude a clase de verbos. Estos los voy a dejar allá. "Entristecerse", es algo que le ocurre al sujeto. "La pared se agrietó". Es otro uso de la forma "se". Ahí es pronominal y alude a clase de verbo que vamos a ver después. El caso más interesante es el que comenté antes en la construcción de las impersonales.