[MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] En esta sección, haremos un repaso por las diferencias que existen entre las distintas partes de América Latina, una región caracterizada por diferencias en idiomas, etnias, niveles de vida y también carencias. ¿Por qué eso es importante? Porque para diseñar las mejores estrategias para los alumnos en el nivel primario en zonas rurales debemos tener en cuenta las características propias de cada uno de esos lugares o, de lo contrario, nuestro esfuerzo como educadores no rendirá los frutos esperados. Por lo tanto, debemos tener en cuenta las carencias y necesidades de cada una de estas regiones y las características del alumnado. América Latina es una región de 22 millones de kilómetros cuadrados y abarca desde el río Grande, en el norte de México, hasta Tierra de Fuego. Desde el punto de vista de los climas, que inciden en las características de la oferta educativa, América Latina tiene una extensa variedad de esos climas. Desértico, por ejemplo, en la zona del norte chileno. Clima de alta montaña, por ejemplo, en la zona de las alturas en la Cadena Andina en Sudamérica y en gran parte de América Central. Clima tropical húmedo, en parte de Colombia, Venezuela y, por sobre todo, Brasil. O el clima ecuatorial, en el caso del Amazonas. Pese a tener zonas de alta fertilidad agrícola y ganadera, recursos energéticos y minerales, gran parte de la región y, lo que es más importante, una gran parte de sus habitantes, tienen dificultades en alcanzar estándares adecuados de vida. Oficialmente, América Latina tiene países con tres idiomas que tienen sus raíces en la historia y esta división por idiomas es una de las más citadas. Por un lado, tenemos el español, casi 400 millones de parlantes, y el portugués, 200 millones, especialmente en Brasil, restando el francés que es solo lengua oficial para un 3 % de los más de 600 millones de habitantes que viven en la región. Recordemos que clasificamos a los países según su lengua oficial, lo cual no niega que existen lenguas indígenas muy importantes en ciertas regiones. América Latina tiene un contraste demográfico importante. Grandes megaciudades como México D.F., Sao Paulo, Río de Janeiro, Buenos Aires, Lima y Bogotá, coexisten junto a zonas donde la ruralidad es la característica saliente. Zonas poco pobladas en donde sus habitantes tienen una realidad bien diferente al de las grandes ciudades. Las distancias hacen todo más difícil. Al contrastar a esta realidad bien palpable, en ciertas zonas de la región, en América Latina, cuatro de cinco habitantes viven en zonas urbanas, una tasa muy alta similar a la de Europa o Estados Unidos. Por otro lado, incluso los países más urbanizados de la región tienen zonas donde los habitantes viven aislados. A veces en situaciones de poco acceso a comodidades básicas y en situaciones de vulnerabilidad. El límite entre lo urbano y lo rural depende de países, pero en Nicaragua, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Bolivia, más del 30 % de la población vive en zonas rurales. Esto indica la preeminencia del tema educación rural en la agenda de políticas públicas de la región. Las diferencias en la composición étnica, blancos, indígenas, mestizos, y su correlato con los idiomas no oficiales es importante. La migración a fines del siglo XIX ha impactado en la configuración étnica, si bien las cifras agregadas no reflejan las realidades locales, Argentina, Costa Rica o Uruguay, presentan perfiles distintos a los de, por ejemplo, Brasil, Ecuador u Honduras. En muchas zonas es importante repensar currículums que provean una excelencia bilingüe que sea inclusiva y respetuosa con las realidades locales. Aproximadamente 13 millones de personas hablan quechua, 10 millones hablan guaraní y 3 millones hablan aimara. Por último, existen diferencias entre los índices de desarrollo humano entre los distintos países. Por ejemplo, Argentina, Uruguay, México, tienen índices de desarrollo humano altos y recursos como para enfrentar una provisión de calidad educativa mucho mayor que otros países con índice de desarrollo humanos menores. Esto crea tensiones porque algunos países van a tener problemas en la provisión de materiales, contenidos docentes, infraestructura y salarios docentes. Que existan países más ricos no borra las diferencias que existan dentro de cada país, donde también existen desigualdades. Por ejemplo, esto ocurre en forma marcada en Honduras, Colombia, Brasil o Chile. Y esto implica que, dentro de un país próspero, por ejemplo, el caso de Chile, pueden existir realidades familiares no tan prósperas. Por ello, es más importante focalizarse en los niveles de vida de cada familia o comunidad. Hay zonas donde la pobreza extrema, es decir, niveles de ingresos familiares muy bajos son una realidad candente. [MÚSICA]