Bienvenidos a EPOC, enfermedad y manejo. Vamos a revisar a continuación, las bases generales del tratamiento del paciente con EPOC. Sabemos quiénes nacemos con unas características genéticas, que nuestra función pulmonar va creciendo a través de la vida hasta los 25 o 30 años y después, hay una reducción progresiva de la función pulmonar. En quienes la función pulmonar no creció lo suficiente, o quienes pierden función pulmonar rápidamente a través de la vida, se desarrolla la EPOC. Y el crecimiento de la función pulmonar y la pérdida de la función pulmonar, está relacionada con factores nutricionales, socioeconómicos, ambientales, que si nosotros controlamos y manejamos adecuadamente, vamos a lograr prevenir y a evitar que muchas personas desarrollen EPOC. Después de que la EPOC se ha desarrollado, viene el impacto de esta enfermedad sobre la persona, lo que produce en la función pulmonar, la obstrucción, el atrapamiento de aire, la disminución del oxígeno; lo que produce en el paciente: la asfixia, el ahogo, la limitación en la capacidad funcional, la disminución en la capacidad de ejercicio, las exacerbaciones, el deterioro en la calidad de vida, o etcétera. El tratamiento de la EPOC tiene dos componentes: uno, el tratamiento farmacológico que es con base en medicamentos, y que se utiliza por vía inhalada, aerosoles o inhaladores, que se da y se usa por vía inhalada, porque estos medicamentos de esta forma, van directamente a los bronquios, no tienen que tomarse, ir a la sangre, a todos los órganos e incluido dentro de ellos el pulmón, sino que inhalados van directamente a los bronquios y producen su efecto allí, disminuyendo notoriamente los efectos secundarios. Y el tratamiento no farmacológico del que hablaré más adelante. La base del tratamiento farmacológico son los broncodilatadores. Broncodilatadores hay: Beta2 adrenérgico y anticolinérgicos. Y de ambos grupos hay broncodilatadores de acción corta y broncodilatadores de acción larga. Los broncodilatadores de acción corta son efectivos para mejorar la obstrucción, disminuir la hiperinflación, reducir la disnea y mejorar la capacidad de ejercicio y, además, son la base del control de los síntomas y de las exacerbaciones. Cuando un paciente con EPOC le suena el pecho, se siente apretado, se fatiga, tiene más tos, aumenta los broncodilatadores de acción corta y esto contribuye a mejorar sus síntomas y a tratar las exacerbaciones. Los broncodilatadores de acción larga, además de tener estos beneficios de los de acción corta, son un poco más efectivos que los de acción corta, en mejorar la disnea y la capacidad de ejercicio, pero además de eso, disminuyen las exacerbaciones y mejoran la calidad de vida. De manera que tenemos un impacto mayor sobre la enfermedad con los de acción larga que con los de acción corta. En las exacerbaciones que mencionaba anteriormente, el uso de los broncodilatadores de acción corta son la base del tratamiento y es lo que debe hacer todo paciente a quien le aumenten los síntomas, debe aumentar la dosis y la frecuencia de uso de los broncodilatadores. Además, consultar para ver si necesita antibióticos o esteroides inhalados y el oxígeno. Es importante identificar cuáles son las señales de alarma. Cuando un paciente con EPOC está desarrollando una exacerbación y tiene alguno de estos síntomas: tiene una gran disnea, no puede hablar de corrido, está muy asfixiado, hay esfuerzo para respirar, hay coloración morada o azulosa en las manos y en la boca, aumento en la frecuencia cardíaca, en la frecuencia respiratoria, o cambios de conciencia; esa persona tiene una exacerbación grave, severa del EPOC y debe consultar al médico o al servicio de urgencias. Otro medicamento que se utiliza son los corticoides inhalados. Estos no son la base del tratamiento, son una ayuda, se usan además de los broncodilatadores. Se usan porque han demostrado que reducen la frecuencia de las exacerbaciones y mejora también un poco el VEF-1. Aparentemente su efecto es mayor cuando el paciente tiene historia de asma, o tiene un número aumentado de eosinófilos en la sangre. Entonces, estos medicamentos están inhalados en los pacientes con antecedentes de asma, eosinófilos y en quienes han tenido exacerbaciones previas, graves o repetidas en los años anteriores. No hay un dispositivo, un inhalador que sea mejor que otro, hay diferentes formas de inhalar la medicación. Lo que importa no es el dispositivo, sino que la persona lo sepa usar, lo use adecuadamente, para que la medicación penetre y llegue a los bronquios y al pulmón que es donde debe llegar. Con el tratamiento farmacológico, broncodilatadores y esteroides inhalados cuando se necesitan, logramos reducir la obstrucción, el atrapamiento de aire, mejorar los síntomas, mejorar, aliviar la asfixia, el ahogo, mejorar la capacidad de ejercicio, reducir las exacerbaciones mejorar la calidad de vida y bloquear ese espiral descendente que lleva al paciente al deterioro progresivo y a la mala calidad de vida. Hay otros medicamentos que se usan también en el tratamiento, que tienen indicaciones particulares a los que no me voy a referir ahorita, y que ya el médico que esté a cargo del paciente definirá la indicación de su uso. El tratamiento no farmacológico tiene múltiples componentes. El primero es dejar de fumar. Lo primero es que nadie debería fumar para no desarrollar EPOC, pero si la persona fuma y tiene EPOC, cuando deja de fumar, la función pulmonar mejora un poco y se mantiene mayor. Cuando la persona sigue fumando, la función pulmonar se deteriora rápidamente y empeora a través del tiempo. La otra base del tratamiento no farmacológico es el oxígeno. Cuando el oxígeno en la sangre está disminuido en un paciente con EPOC, si esa persona usa oxígeno, tiene mejor calidad de vida, vive mejor y vive más tiempo que las personas que no usan oxígeno. Y, como vemos en esta gráfica, entre más tiempo use el oxígeno, es mayor el beneficio en el tiempo de vida, en la sobrevida del paciente. Las vacunas: influenza, neumococo, COVID; reducen estas enfermedades, reducen las hospitalizaciones de los pacientes con EPOC y pueden tener un impacto en las exacerbaciones y en la mortalidad. La educación, que es otro componente, enseñarle al paciente cómo usar los inhaladores, cómo usar el oxígeno, las señales de alarma, el autocontrol cuando los síntomas aumentan, eso hace que el paciente tenga menos exacerbaciones y tenga un mejor control de su enfermedad. Y finalmente, pero muy importante, la actividad física y la rehabilitación cardíaca pulmonar. Los programas de rehabilitación pulmonar han demostrado que mejoran la calidad de vida, mejoran la capacidad de ejercicio, mejoran la depresión y la ansiedad, mejoran el VEF-1, y quienes hacen rehabilitación pulmonar por tiempo prolongado tienen mejor VEF-1 a lo largo del tiempo, que quienes no hacen rehabilitación pulmonar. De esta forma, con el tratamiento no farmacológico, estamos impactando también, casi todos los componentes de la enfermedad y estamos impactando todos los componentes del espiral descendente y de deterioro del paciente con EPOC. De manera que, aunque no tengamos una medicación que cure el EPOC, o que haga que la enfermedad revierta, todo lo que tenemos de tratamiento farmacológico y no farmacológico, impactan los diferentes elementos de la enfermedad y hace que el paciente con EPOC tenga menos síntomas, mejor calidad de vida, menos exacerbaciones, y muy seguramente menos mortalidad, que quienes no hacen un tratamiento integral de la enfermedad.