Hola. Soy Tamara Luengo. Hoy te quiero platicar de las ciudades inteligentes: qué son, qué elementos las componen y cómo se construyen. Primero quiero preguntarte: ¿cómo imaginas tú una ciudad inteligente? ¿Piensas en tecnología? ¿Piensas en transporte eléctrico? Hoy te quiero platicar que el concepto de ciudad inteligente surge en el año 2005. Sin embargo, este concepto se ha transformado y se ha convertido en un concepto de gestión integrada urbana cuyo elemento más importante es el ciudadano. La ciudad inteligente es un entorno colaborativo, solidario, que no compite con la identidad de cada una de las ciudades, es decir, no significa convertir a todos los territorios en esta imagen idílica de una ciudad del futuro, sino que es integrar en el quehacer urbano la funcionalidad optimizada de los servicios públicos y los espacios a través de diferentes esquemas, proyectos o tecnologías, de forma tal que permitan el desarrollo de las comunidades y los individuos para fortalecer el bienestar. Una ciudad inteligente está compuesta por muchos elementos, pero te invito a reflexionar sobre qué elementos componen una ciudad inteligente. Yo te propongo los siguientes: en primer lugar, el medioambiente y la gestión eficiente y sustentable de los recursos, agua, suelo y aire; la equidad en el acceso a los servicios públicos urbanos como el acceso a agua potable, electricidad, el acceso a salud, educación y demás; la resiliencia ante crisis como inundaciones, sequías o incluso pandemias; la gobernabilidad y el acceso a la democracia; la inclusión; la calidad de vida y el bienestar y, por último, la economía circular integrando todos estos elementos. Ahora te pregunto: ¿dónde están las ciudades inteligentes? ¿Están solamente en las potencias económicas o están en las utopías del futuro? Yo pienso que no. Yo pienso que las ciudades de todo el mundo pueden tener elementos o políticas inteligentes. De hecho, la propia heterogeneidad de las ciudades no permite que todos los centros urbanos tengan el mismo nivel de digitalización, tanto de servicios como de espacios. No solamente por las capacidades de cada centro urbano, sino por la identidad y la esencia de cada ciudad y de sus habitantes, su cultura y su historia. Es por eso que me resulta tan importante compartirte esta idea hoy. La tecnología es un medio, no un fin, para llegar a una ciudad inteligente. Es la ciudadanía que debe estar al centro de la ciudad, no la tecnología. Ahora bien, te invito a reflexionar para quién son las ciudades inteligentes. Yo pienso que las ciudades inteligentes deben ser para habitantes, ciudadanos y humanos. ¿A qué me refiero con esto? Me refiero a que deben de contemplar elementos para la habitabilidad, para la funcionalidad de los habitantes, es decir, movilidad, accesibilidad, servicios públicos eficientes, seguros y justos, etcétera. Por otra parte, creo que también deben de contemplar elementos para la ciudadanía, para la democracia, es decir, participación ciudadana, fortalecimiento electoral y democrático, gobernanza, incluso representación efectiva de pueblos y barrios originarios. Y por último, creo que deben de contemplar elementos para el bienestar, para los humanos; es decir, salud, seguridad, justicia, libertad de expresión, libre desarrollo de la personalidad, y más importante, felicidad. Ahora te quiero dar tres breves ejemplos de cómo iniciativas inteligentes han permitido volver a las ciudades un lugar mejor para vivir. El primero es en la ciudad de Oklahoma, en los Estados Unidos. En el 2004 era la ciudad más obesa del mundo y a través de diversas iniciativas logró, no solamente perder peso, sino volverse una de las ciudades más sanas de Estados Unidos. En segundo lugar, está la ciudad de Saltillo, que a través de la epidemiología en aguas residuales ha podido manejar y controlar la crisis del SARS-CoV-2 con herramientas que también son digitales e inteligentes y han apoyado la reapertura de la economía. Y por último, y como una estrategia muy interesante de participación ciudadana, está el videojuego "Cities: Skylines", que lo que hace es invitar a jugadores a proponer estrategias de urbanismo y de participación ciudadana para construir ciudades en conjunto. Así, te invito a pensar en diferentes soluciones e innovaciones para combatir los problemas que enfrenta tu ciudad. Solo así podemos construir ciudades inteligentes. Ahora reflexionemos: ¿qué pasa con la problemática del agua? Pongámosla en el centro de las ciudades y te invito a reflexionar cómo construyes una ciudad hidrointeligente. Gracias.