[SONIDO] [SONIDO] Luego tenemos otra particularidad muy importante que es la de las grafías abreviadas que se utiliza mucho sobre todo en contextos epigráficos, es decir en los monumentos, ¿eh? ¿Porqué? Por que ahí hay que ahorrar espacio o bien por que tenemos toda una serie de secuencias, de títulos, de epítetos, más o menos estereotipados, entonces. lo que se hace es abreviarlos. Es habitual como digo en esta diapositiva, especialmente en las inscripciones monumentales, que algunos títulos regios u honoríficos, epítetos o fórmulas funerarias estereotipadas aparezcan en grafía abreviada. Es decir, fijaros, anotados con uno o máximo dos signos por palabra sin desarrollos fonéticos ni semánticos o con los mínimos. Es decir sin desarrollos fonéticos que serían los complementos fonéticos ni semánticos que serían por ejemplo los determinativos. Si no que lo que tenemos es que cada palabra está representada por uno o máximo dos signos que naturalmente las identifican suficientemente bien. Naturalmente como digo, los signos escogidos son suficientes para asegurar el reconocimiento y la lectura de los términos. Fijaros en el primero de los ejemplos que os he puesto en la diapositiva, ntr nfr, es una expresión que you conocemos, significa el dios bueno o el buen dios. Fijaros, en este caso la palabra ntr está escrita sólo con el logograma sin, por ejemplo el trazo vertical y la palabra nfr está escrita sólo con el triconsonántico sin los complementos fonéticos de la f y de la r, Esta es una grafía frecuentísima en los textos epigráficos, en los textos monumentales. Y el escriba cuando ve estos dos signos entiende enseguida lo que tiene que leer y sabe enseguida a qué epíteto nos estamos refiriendo. No hace falta digamos, anotar estas palabras con todos los signos que comportarían en condiciones no monumentales, digamos por ejemplo en un papiro. El segundo de los ejemplos que os pongo es un muy importante, es el ejemplo de maa hrw, esta expresión significa justo de voz y la mayoría de vosotros sabéis en qué contexto se emplea. El contexto en que se emplea es el juicio del alma en el más allá. Juicio o siríaco del alma del difunto. Vosotros sabéis que al morir, el difunto tenía que superar el juicio o el siríaco, para ello era introducido en la llamada sala de la doble verdad, la sala de las dos mahad. Mahad como sabéis es la diosa de la verdad, de la justicia y por lo tanto la sala de la doble verdad, la sala de las dos maad es la sala de la justicia por excelencia que es la justicia para acceder al más allá, a la justicia en ámbito funerario. En esa sala hay una gran balanza, en esa balanza hay dos platos, en un plato se coloca el corazón del difunto, en el otro se coloca justamente la estatuilla de la diosa Maad o la pluma de la diosa Maad y en ese momento el difunto tiene que hacer la llamada confesión negativa es decir tiene que recitar los 42 pecados que no ha cometido en vida. La sala está presidida por Osiris como juez máximo y también hay 42 jueces, cada uno de los cuales está vinculado a uno de estos pecados de manera que el difunto tiene que hacer esta recitación y la balanza tiene que quedar en perfecto equilibrio. SI es así quiere decir que el difunto está diciendo la verdad y si está diciendo la verdad es declarado justamente esta expresión de la que estamos hablando, justo de voz, maa hrw, esto es lo que significa esta expresión. Es decir, justo en la voz, justo en aquello que dice. Correcto, verdadero en aquello que está diciendo. Si es así entonces el difunto puede efectivamente acceder al más allá, si no un monstruo terrible que está presente en la sala también de nombre Admit, devora el corazón del difunto y éste entonces es aniquilado por toda la eternidad. Por lo tanto el difunto es declarado maa hrw y esto quiere decir que es justo, es verdadero en aquello que está diciendo, que ha dicho la verdad en definitiva. Entonces fijaros en la expresión, la expresión maa hrw está escrita con los dos triconsonántico, el triconsonántico maa, el triconsonántico hrw, sin ningún complemento fonético ni ningún otro elemento. Fijaros muy bien en esta grafía por que esta grafía la vamos a encontrar precisamente en algunos de los textos que vamos a ver a lo largo del curso y es una grafía que acompaña siempre el nombre del difunto, detrás del nombre del difunto. Es decir cuando veáis un nombre propio y detrás esta grafía, quiere decir que ese nombre propio corresponde a un difunto y vice versa, cuando veáis esa grafía quiere decir que lo que hay inmediatamente delante es el nombre de un difunto. Otra particularidad gráfica muy importante es la llamada inversión respetuosa o la disposición honorífica, afecta el sintagma nominal formado por un sustantivo en función de núcleo y otro en función de complemento del nombre, es decir de genitivo directo, ¿no? Por tanto estamos en el contexto de sustantivo más genitivo directo. Esto es fundamental. El orden de esta construcción, es decir, sustantivo más genitivo directo es fijo e inalterable, you lo sabemos. El segundo sustantivo es siempre el complemento y el primero es siempre el complementado. Sin embargo y ahora mucha atención, a la hora de ponerla por escrito, si el segundo sustantivo es el término ntr, que significa dios, el término nswt, que significa rey o el nombre propio de un dios o de un rey, éste, es decir el término ntr, el término nswt o ese nombre propio de dios o rey, se escribe en primer lugar por razones honoríficas o de respeto aunque se lea en segundo según el orden sintáctico normal. Es decir el orden de lectura no se altera. El escriba cuando veía esa grafía leía el orden sintáctico normal, primero el sustantivo que hace de núcleo del sintagma y después el genitivo directo. Pero a la hora de escribir, de anotar gráficamente ese sintagma, si el segundo sustantivo es decir, el genitivo directo era el término ntr, el término nswt o el nombre propio de un dios o de un rey, se escribía adelante por respeto. Fijaros en los ejemplos que os he puesto aquí. Primer ejemplo, hwt ntr, el signo hwt you lo conocemos es ese rectángulo con un rectángulo en el interior. Es una palabra femenina por lo tanto tiene el complemento fonético de la t. Y significa casa, luego también tenemos el determinativo de edificación. El sintagma es hwt ntr, que quiere decir casa del dios, es decir templo. Pero fijaros donde está escrita la palabra dios. Si el sintagma se hubiera escrito de forma normal, se habría escrito delante la palabra hwt y detrás la palabra ntr por que este es el orden sintáctico de este sintagma. Pero puesto que hay inversión respetuosa, la palabra ntr al ser dios, se ha escrito delante. El hecho de que se escriba delante es sólo por cuestiones gráficas. Es simplemente por que gráficamente se concede el honor al signo ntr que denota la palabra dios, de ir delante. Pero a la hora de leerlo, eso se lee en el orden sintáctico normal, hwt ntr. Fijaos que al transliterar para indicar que hay inversión respetuosa lo que se hace es unir los dos sustantivos con un guioncito. Si esto hubiera sido un sintagma normal de sustantivo más genitivo directo, habríamos escrito las dos palabras separadas pero puesto que hay inversión respetuosa, lo que hacemos es escribirlas en el orden sintáctico correcto, es decir delante el sustantivo núcleo y detrás el genitivo directo pero unidas con un guión. Y ahora vamos a ver el segundo ejemplo. El segundo ejemplo es saa nswt, como podéis ver, hijo de rey, príncipe. Pero antes de verlo con más detalle, me gustaría explicaros la palabra nswt, la palabra rey, que es una palabra como lo podéis imaginar fundamental. Fijaros que os la he puesto en la segunda línea de jeroglíficos que tenéis en esta diapositiva y os he puesto cuatro grafías posibles. La primera grafía es la grafía plena, la grafía completa. La grafía completa se escribe con la caña sw delante con una t, una n y el determinativo de dios o rey. Si nosotros leyeramos esta palabra tal cual, tal como está escrita, leeríamos swtn, pero nosotros sabemos que esta palabra no se lee swtn, sino que se lee nswt. Y lo sabemos por razones que ahora no os lo puedo explicar por que esta es una construcción que no vamos a ver en este curso pero es una construcción de pertenencia y justamente la grafía también responde a ua inversión respetuosa. En efecto aquí la n, significa perteneciente a. you os digo que ésta es una construcción de pertenencia, no la vamos a estudiar pero simplemente os digo que esta n, en este contexto significa perteneciente a y la caña sw más la t juntas, forman la palabra swt que quiere decir caña. ¿Quién es el que pertenece a la caña? Puesto que la caña es el símbolo heráldico del alto Egipto, lo hemos visto you, el que pertenece a la caña es el que pertenece al alto Egipto y quién es el que pertenece al alto Egipto por antonomasia, naturalmente el que pertenece al alto Egipto por antonomasia es el rey. Por lo tanto la palabra rey significa en realidad, perteneciente al alto Egipto, él que tiene relación con el alto Egipto, el del alto Egipto. Y os preguntaréis y, ¿por qué precisamente del alto Egipto? Esto tiene que ver con los orígenes históricos de la monarquía faraónica, por que cómo sabéis por el curso de Coursera los que lo habéis hecho, la monarquía faraónica procede del sur, procede del alto Egipto y por eso el alto Egipto quedó siempre como la tierra digamos principal en el imaginario colectivo de los egipcios y en concreto en la ideología de la monarquía faraónica. Por eso siempre los epítetos que tienen que ver con el alto Egipto, van delante con respecto a los epítetos que tienen que ver con el bajo Egipto, por que el importante desde el punto de vista digamos de la conceptualización de la monarquía es el alto Egipto. Por lo tanto el que pertenece al alto Egipto, el que pertenece a la caña, Ese es, por antonomasia, el rey de Egipto, es el que pertenece al Alto Egipto y por excelencia es el rey de Egipto. Recapitulando. En primera posición tenemos la palabra swt, que significa caña, y esta en primera posición precisamente por cuestiones de honor, de respeto, you que la caña es el símbolo heráldico del Alto Egipto. En segunda posición tenemos la palabra gramatical n, que significa perteneciente a. Puesto que hay inversión respetuosa, primero leeremos la palabra gramatical y después leeremos la palabra swt. Por tanto, nswt. Y en esto consiste justamente la palabra rey. Ahora bien, la primera es la grafía plena de esta palabra, pero esta palabra se puede escribir abreviada también. ¿Abreviada cómo? Solo con la caña y una t, y esa t se puede escribir al lado de la caña o debajo de ella, o bien incluso solo con la caña. Hay que tener mucho cuidado porque en textos monumentales, en textos epigráficos es frecuentísimo que la palabra rey aparezca escrita tan solo con la caña. Por lo tanto, es una grafía que debéis tener muy, muy presente. Y ahora volvamos al ejemplo del hijo de rey. Fijaros que justamente aquí la palabra rey está escrita tan solo con la caña. Y luego tenemos el signo de la oca, que sirve, como sabéis, para escribir la palabra sA, la palabra hijo. Bueno, pues aquí tenemos dos fenómenos a la vez, por un lado la inversión respetuosa, puesto que tenemos primero la palabra nswt, rey, y después tenemos la palabra sA, hijo. Pero también tenemos abreviaturas, puesto que la palabra rey está abreviada, como acabamos de ver, y la palabra sA también, you que le falta el determinativo. Pero esta es la forma más habitual de encontrar escrito este término, sA-nswt, que literalmente quiere decir hijo de rey y que, por tanto, significa príncipe. Fijaros una vez más que primero está escrito por respeto el término rey, después el término hijo, pero que la lectura de estos términos es primero el término hijo y después el término rey, puesto que el término hijo es el núcleo del sintagma nominal y el término rey, en cambio, es el genitivo directo. A la hora de transliterar esto, pondremos este orden, primero la palabra sA, después la palabra nswt y un guión en medio para indicar que en la grafía original estas dos palabras están escritas en inversión respetuosa. Y ahora fijaros al final de la diapositiva en este nombre de rey, Neferkare, es el rey Pepy II, de la sexta dinastía. Es el último rey de la sexta dinastía. Fijaros en la grafía de su nombre. Tenemos primero el signo del sol, Ra, después el signo Nfr, después el signo kA. Pero nosotros sabemos, por análisis lingüístico, que este nombre se leía Nfr-kA-Ra. Es decir, Ra era la última palabra que se pronunciaba de este nombre. Sin embargo, dentro del cartucho está escrita en primera posición porque Ra es el nombre del dios sol. Y por razones de respeto, el nombre del dios sol se coloca delante. Este nombre, Nfr-kA-Ra, es una oración de predicado adjetival, significa, Re es hermoso de Ka, o sea, Re tiene un Ka hermoso. Es una oración de predicado adjetival, como digo, y por tanto, la podréis traducir al término de los vídeos de esta lección, después de haber visto el cuarto vídeo que está dedicado justamente a esto, a las oraciones de predicado adjetival. Y you para terminar, tenemos los signos mutilados, partidos o acuchillados. Esta es una cuestión esencial que tiene que ver con lo más profundo de la cultura egipcia y del pensamiento funerario egipcio. En contextos funerarios, signos que normalmente representan seres completos, humanos o animales, aparecen reducidos a una de sus partes o separados en dos mitades. En el caso de los seres humanos, quedan reducidos a la cabeza, con o sin brazos. En el caso de los animales, quedan reducidos a la cabeza o a la mitad anterior del cuerpo o, al contrario, han perdido la cabeza, o bien están partidos en dos, o, en el caso sobre todo de los reptiles, aparecen acuchillados. Fijaros en los ejemplos que os he puesto en esta diapositiva. A la izquierda tenéis dos pasajes de los textos de las pirámides. En el primero, podéis ver repetido el signo del toro. El signo del toro nunca se escribe así. Se tiene que escribir completo, el signo de un toro completo. Pero en este caso se ha escrito, you veis, la mitad anterior del signo repetido dos veces, como digo. En el segundo pasaje lo que tenéis es el león, que es simplemente un biconsonántico, vale por el biconconántico rw. Pero si os fijáis, está partido en dos, el cuerpo del león está partido en dos. Y a la derecha, tenéis una palabra escrita en un tumba tebana de la dinastía XVIII. Es decir, estamos en el Reino Nuevo, mientras que en los textos anteriores estábamos, como sabéis, en el Reino Antiguo. Y aquí el determinativo de la palabra, que es una serpiente, aparece acuchillado, cuando normalmente se escribe la serpiente sin ningún cuchillo. ¿Por qué ocurre esto? Pues ocurre precisamente por esto que os decía, porque estamos en un contexto funerario. Es decir, estos textos son textos que rodean al difunto, que están muy cerca del difunto. Y de la misma manera que estos textos tienen la fuerza mágica de hacer resucitar al difunto, los signos también, por razones mágicas, pueden llegar a tomar vida y si son seres humanos y son malos, podrían llegar a perjudicar al difunto, y si son animales peligrosos, pueden llegar también a hacer daño al difunto. Entonces para conjurar estos signos y asegurar que no vayan a perjudicar al difunto, se los mutila de esta manera. Es decir, estas mutilaciones son mutilaciones que tienen que ver con la necesidad de asegurar que los signos no van a revivir y no van a perjudicar al difunto y no van a impedirle, por tanto, poder gozar de su vida en el más allá como tiene previsto. Si os fijáis, por lo tanto, aquí tenemos una poderosísima razón cultural, y esto nos indica que los jeroglíficos son algo que va más allá de una simple escritura. Son una escritura para anotar mensajes lingüísticos, sí, lo estamos viendo cada día en este curso, pero al mismo tiempo vinculan también otro tipo de mensajes, que son mensajes de carácter cultural, de carácter simbólico, de carácter mágico que van más allá de lo lingüístico y que tienen tanta importancia y tanta fuerza como los mensajes lingüísticos. Por eso la escritura jeroglífica no se puede estudiar solo desde una perspectiva lingüística. Hay que estudiarla en su contexto, desde una perspectiva global, porque en realidad todo sirve para poder comprender en esencia y hasta su última consecuencia una secuencia de signos jeroglíficos. Esta es la razón por la cual, visto todo esto, os invito a reflexionar acerca del alcance cultural de la escritura jeroglífica egipcia y os invito a hacerlo leyendo el texto contenido en el documento de 4.2, Escritura y cultura en el Antiguo Egipto, que corresponde a unas páginas de mi libro, Escrituras, lengua y cultura en el Antiguo Egipto, que tenéis entre los materiales asociados a esta lección. Espero que la lectura os interese y os permita ver hasta qué punto es así esto que estamos diciendo. Es decir que la escritura jeroglífica es algo que se puede estudiar en términos lingüísticos, sí, pero que va mucho más allá de lo puramente lingüístico y, por tanto, hay que tener en cuenta muchos otros ámbitos de la cultura egipcia para poder comprenderla hasta sus últimas consecuencias. 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