Todos tenemos objetivos, metas, sueños y retos. ¿Cierto? ¿Te has preguntado por qué, a pesar de que intentamos cumplirlos, no siempre obtenemos los resultados esperados? La respuesta a esa pregunta es el enfoque y la perspectiva que le damos a las cosas. Es decir, tu mentalidad con respecto a una situación determinada. La mentalidad de una persona puede condicionar totalmente el nivel de experiencias y logros que podemos obtener. Por lo tanto, se requiere una mentalidad exitosa, si es que se quiere triunfar. Antes que nada, definamos qué es una mentalidad exitosa y lo vamos a definir a partir de los siguientes enunciados. La calidad de nuestros pensamientos es directamente proporcional a nuestros resultados. Primero que nada, debemos de comprender que la mentalidad es lo más poderoso que tenemos como una persona, ya que a partir de las ideas y pensamientos que tenemos se ejecutan acciones que producen diferentes resultados. Cuando nosotros tenemos un sistema de creencias óptimo, podemos obtener una mentalidad exitosa. Es imperativo que cuestionemos nuestro sistema de creencias. Es decir, que cuestionemos cada pensamiento negativo o poco empoderador que tenemos y que veamos de dónde viene ese pensamiento y si en realidad es algo nuestro o es algo aprendido de nuestras familias, ya que puede que nos sirva o no nos sirva. Si expandimos nuestro nivel de conciencia, vamos a tener una forma completamente diferente de ver el mundo y vamos a tener control de las circunstancias para, así, poder avanzar de una forma segura hacia el alto nivel de autorrealización donde nuestros miedos y bloqueos mentales se pueden superar para siempre. A lo largo de nuestras vidas, la mayoría de nosotros hemos escuchado una enorme cantidad de ideas negativas, y la realidad es que vivimos en un mundo donde lo negativo prevalece. Es por eso que debemos hacer una limpia de la clase de pensamientos que tenemos y tomar control absoluto de nuestro diálogo interno, que es la forma en la que nosotros nos hablamos a nosotros mismos todo el tiempo. Por ejemplo, puedes ser el angelito y el diablito, el angelito que te empodera y te impulsa y es tu mejor entrenador personal y, por otro lado, está el diablito, que es el que se encarga de hacernos pensar que nuestras metas son imposibles, que no somos lo suficientemente buenos para lograr algo, que estamos perdiendo el tiempo, que perseguir nuestros sueños es algo malo y que mejor nos quedamos dentro de nuestra zona de confort, que es lo que conocemos y no nos arriesgamos. Recuerda que nosotros creamos nuestra realidad y nosotros tenemos 100 por ciento del control de nuestros pensamientos para determinar la realidad en la que queremos vivir. Como dice la PNL, todo empieza por ti. Y una vez que empiezas a cambiar tu lenguaje interno, también vas a cambiar tu lenguaje externo. La mentalidad exitosa habla de oportunidades, de innovación, de prosperidad, de éxito, de amor, de felicidad, de inversión en ti mismo, de paz, de aprendizaje, de conciencia, de vulnerabilidad y gratitud. Hablar sobre este contexto no solo va a mejorar tu relación contigo mismo, sino que también va a mejorar la relación con todas las personas que te rodean. Para lograr una mentalidad exitosa necesitas llenar tu mente de información de la mejor calidad, rodearte de la mejor gente y estar en tu mejor estado emocional. Para esto es necesario que estemos aprendiendo constantemente, que nos mantengamos motivados, inspirados y que podamos tener historias de éxito como autobiografías, libros, documentales, personas inspiradoras. Porque entre más alimentas tu pensamiento con las experiencias que deseas, más vas a expandir tu mapa mental hacia una mentalidad más exitosa y, por lo tanto, las ideas negativas y poco empoderadoras morirán. Y una vez que tu mapa se expande, jamás se vuelve a contraer. Comienza a trabajar en estos aspectos y seguro te irá muy bien.