Sigamos adelante y ahora nos toca hablar de agentes neurotóxicos. Estos, como ya lo mencionamos en el módulo anterior, fueron desarrollados antes de la Segunda Guerra Mundial y nunca se usaron durante esa guerra. Se han utilizado esporádicamente en ciertos conflictos: Irán contra Irak en la década de 1980, recientemente en Siria. Estos compuestos tienen una particularidad y es que afectan directamente al sistema nervioso de manera que pueden, desde provocar la muerte, hasta provocar secuelas a muy largo plazo. ¿De qué manera afectan al sistema nervioso? Las neuronas se comunican unas con otras al recibir órdenes del cerebro mediante señales eléctricas. Estas señales eléctricas obligan a que se produzca una serie de compuestos conocidos como "neurotransmisores", que son los que transmiten la orden del cerebro entre una neurona y la otra. Una vez que han entregado el mensaje, que el neurotransmisor partió de una célula hacia la otra, llegó y le dijo: "Dice el cerebro que levantes el pie porque vas a subir la escalera"; en ese momento, una enzima sale y destruye al mensajero para que no siga repitiendo el mensaje. ¿Qué hacen los agentes neurotóxicos? Entran al cuerpo y, cuando la enzima que va a destruir al mensajero se presenta, van sobre ella, se acoplan, y no permiten que efectúe su trabajo. Por lo tanto, se empieza a generar un estado de autoenvenenamiento por alta concentración del neurotransmisor. Lo importante es que este complejo, este enlace entre el agente neurotóxico y la enzima que va a controlar al neurotransmisor, se puede destruir con un antídoto, con la condición de que transcurra menos de una hora de tiempo. Si pasa de una hora, ese complejo formado, ese enlace formado entre enzima y agente neurotóxico, se vuelve permanente y, por lo tanto, la afectación al sistema nervioso también será permanente. Y hay muchas cosas curiosas. La primera es que son, la mayoría de ellos, "ésteres organofosforados", ¿qué significa esto? Compuestos que se forman entre restos de moléculas orgánicas y fragmentos de ácido fosfórico. Por eso son ésteres, porque son reacciones de alcoholes; y ácido fosfórico; organofosforados, porque son moléculas orgánicas con ácido fosfórico. ¿Qué efectos van teniendo? Los síntomas que van presentando, más o menos en orden de aparición, son: comienza con una secreción nasal como si tuviéramos alguna irritación o como si nos fuera a dar gripa; contracción severa de las pupilas, lo cual dificulta severamente la visibilidad; dificultad respiratoria; descontrol muscular; calambres; descontrol de esfínteres, todos, con lo que esto podemos imaginar lo que significa; paro respiratorio; finalmente, coma o muerte. Estos síntomas que acabo de mencionar se presentan, desde el escurrimiento nasal hasta la muerte, en un periodo que puede ir de uno a tres minutos cuando 40 gotas de sarín son colocadas a nivel de piel. 40 gotas es, más o menos, un mililitro y medio. De uno a tres minutos, por vía piel, que tiene que atravesar la piel para llegar al torrente sanguíneo y distribuirse por todo el cuerpo. Si es inhalado, el efecto es mucho más rápido. Déjenme que les platique algo que a mí me parece sumamente importante. Ya platicamos, en el módulo anterior, de aquel abejorro bombardero que tiene dos contenedores en la parte posterior de su espalda y que mezcla dos compuestos. Este principio inspiró al Ejército de Estados Unidos para generar un proyecto conocido como Proyecto Big Eye, que consiste en una pieza de artillería, un misil, armado con dos contenedores separados por un una membrana plástica, que tiene las materias primas para preparar sarín en vuelo. Esto implica que el miedo de los que manejan estas cosas va a ser menor, porque no están trabajando directamente con el sarín, tan tóxico, sino simplemente con las materias primas. En el momento en que el cohete despega, el impulso hace que se rompa la membrana que separa las dos sustancias, se mezcla, y el giro que da el torque proporciona la agitación. Y, para que nos sorprendamos un poco más, la conversión de las materias primas alcanza más de 95 % por ciento de producto final, es decir, sarín producido en vuelo, en menos de 90 segundos; cosa que no logramos hacer tratándose de medicinas. ¿Qué pasa? Somos muy buenos para darnos en la torre, pero no somos tan buenos para curarnos. En fin, el panorama no es agradable, pero, ya que las conocemos, ya que sabemos cómo actúan, ya que nos hemos horrorizado un poco, tenemos que saber cómo se hace para aplicarlas, es decir, cómo transformo un agente químico, por muy tóxico que sea, en un arma. Es lo que vamos a ver en el siguiente video.